Biblioteca de Clásicos Cristianos

La Biblioteca de clásicos cristianos: Una colección que todo cristiano debería leer. En edición de lujo a un precio increíble.

Esta maravillosa colección tiene estas características:

  • Encuadernación de lujo en imitación piel.
  • Letra grande de 12 puntos
  • Interior a dos colores.
  • Interdenominacional: Autores clásicos de todos los movimientos históricos protestantes.
  • Prólogo por expertos en la obra y la vida de ese autor. En él se nos detallará la biografía, el contexto histórico y la obra de cada escritor clásico.
  • Sección en blanco al final de cada capítulo para tomar notas y tener un tiempo de meditación sobre lo aprendido.
  • Esta colección está compuesta de más de 50 libros ( Editados 6 o 7 anualmente)

¿Le gustaría conseguir esta colección? Por favor rellene el formulario con sus datos y nos pondremos en contacto para indicarle dónde conseguirla.

C.H. Spurgeon

La Gran Batalla de este mundo

La primera parte de este libro contiene uno de los discursos más conocidos de Spurgeon: La mayor batalla de este mundo. Fue el último mensaje que impartió a sus colegas y estudiantes en el Colegio de Pastores, institución que fundada por él y de la cual era el presidente. En este discurso, Spurgeon caracterizó la vida y el ministerio en especial como una batalla y brindó varios consejos sobre cómo pelearla bien con las armas (las Escrituras), el ejército (la iglesia) y la fuerza (el Espíritu Santo) que Dios da. La mayor batalla se publicó justo antes de su muerte y es de sus discursos más conocidos. Debe ser lectura obligada para pastores y todo creyente que quiera tomarse en serio su servicio en la iglesia local.

El resto del libro se compone de diez sermones de Spurgeon que describen la vida cristiana como una guerra. En estos mensajes, Spurgeon utilizaba metáforas militares, hablando de batallas, armas, soldados, heridas, municiones, defensa y ataque y, por supuesto, de nuestro Gran Capitán, Jesucristo. Algo interesante de estos sermones es cuán actuales siguen siendo hoy en día, más de 150 años después. La vida cristiana en este mundo caído será una guerra en cada generación, hasta que venga Jesús en el último día. Si quieres ser retado en tu letargia espiritual (¡como lo he sido yo al leerlos!), estos sermones son un excelente recurso.

John Owen

Victoria sobre el pecado

John Owen fue denominado el príncipe de los puritanos. La hondura de su pensamiento combinado con su prolífica obra lo convirtieron en uno de los puritanos más célebres del siglo XVII. En este tomo, traducido a un castellano actual, recoge tres de sus obras más emblemáticas:

- La mortificación del Pecado
- La tentación.
- Restos del Pecado en el creyente.

El lector tiene ahora en sus manos tres obras de Owen que se publican en español en un solo volumen. La primera de ellas, el cual fue publicado en 1656 se llama: “La mortificación del pecado en la vida de los creyentes: su necesidad, naturaleza y los medios para alcanzarla. Incluye soluciones a varios casos de la conciencia en relación a este tema.

La segunda obra fue publicada en 1658, se llama: “La Tentación: Su naturaleza y poder, el peligro de dejarse llevar por ella y los medios para evitar tal peligro.” El texto base es Mateo 26:41, “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
El tercer libro que aparece en esta obra fue publicado en 1675, se llama: “Restos del pecado que reside aún en los creyentes: Su naturaleza, poder, engaño y resistencia, junto con las maneras en que obra y los medios de prevención expuestos, probados y aplicados.” El texto base es Romanos 7:20-21, “Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.”

Sin duda alguna la perspectiva sobre el pecado de Owen es una de las más representativas en la teología reformada a lo largo de los siglos.

Sin duda alguna estas tres obras íntegras de Owen serán de gran riqueza espiritual para todo creyente del siglo XXI.

J. Edwards

Pecadores en manos de un Dios airado y sermones selectos.

Jonathan Edwards es una de las más grandes figuras del protestantismo de todos los tiempos. Y una biblioteca de clásicos cristianos estaría incompleta sin la obra de este gran teólogo norteamericano.

Nadie ha sido capaz de escribir sobre la teología de la religión desde una perspectiva bíblica y evangélica como Edwards. Su poderoso intelecto estuvo a la par con su ferviente corazón. Así, en este personaje único en la historia del protestantismo el fervor y la pasión espiritual de Edwards se mezclaron son la sabiduría racional poniendo a nuestra disposición una obra sin igual, lúcida filosóficamente a la vez que coherente bíblicamente. Quizás nadie como él ha sabido combinar la rigurosidad de una sana hermenéutica bíblica con la filosofía imperante en su tiempo. Edwards ha tenido una influencia incalculable en el protestantismo anglosajón; un erudito llamado Erskine puso los escritos de Edwards al alcance de los Bautistas ingleses; y esos escritos moldearon el pensamiento de los hombres que se reunieron a orar desde 1784 "para el Avivamiento General y esparcimiento de la religión". Fueron estos Bautistas ingleses quienes reeditaron el libro "Un intento humilde de Edwards para promover la oración extraordinaria" en 1789, y enviaron a William Carey a la India en 1793. Por lo menos un volumen de Edwards fue con Carey en este histórico viaje.

En este tomo el lector podrá encontrar sus famosas 70 resoluciones así como 9 de los sermones más relevantes que el gran teólogo norteamericano predicó a lo largo de su vida:

PECADORES EN LAS MANOS DE UN DIOS AIRADO
LA CARIDAD CRISTIANA
DIOS GLORIFICADO EN LA DEPENDENCIA DEL HOMBRE
HIPÓCRITAS DEFICIENTES EN EL DEBER DE LA ORACIÓN
IMPORTANCIA Y VENTAJAS DE UN CONOCIMIENTO EXHAUSTIVO
DE LA VERDAD TEOLÓGICA
LA EXCELENCIA DE CRISTO LA SOBERANÍA DE DIOS EN LA SALVACIÓN DEL HOMBRE
UNA LUZ DIVINA Y SOBRENATURAL IMPARTIDA DIRECTAMENTE AL ALMA POR EL ESPÍRITU DE DIOS; UNA DEMOSTRACIÓN DE QUE ESTA DOCTRINA CONCUERDA CON LAS ESCRITURAS Y ES RACIONAL.
LA VERDADERA GRACIA DISTINGUIDA DE LA EXPERIENCIA DE LOS DEMONIOS

John Wesley

La perfección cristiana y sermones selectos

John Wesley es, sin duda alguna, una de las figuras más apasionantes del siglo XVIII. Al final de su vida había recorrido más de 400.000 kilómetros (lo suficiente como para rodear la tierra 10 veces), había predicado más de 40.000 sermones y había ofrendado más de 30.000 libras a causas benéficas (lo que equivale a más de 6 millones de euros de hoy). John Wesley, junto con su hermano menor Charles, se convirtieron en el principal catalizador del avivamiento del siglo XVIII que logró extenderse por todas las Islas Británicas y las colonias americanas. Fue una época de gran transformación espiritual y social por ambos lados del Atlántico, que
además condujo a la fundación de una de las iglesias evangélicas más potentes de la historia, la Iglesia Metodista.

En este volumen podrá encontrar su libro más relevante: La perfección cristiana. Su hondo pensamiento teológico y su estilo claro y conciso lo convirtieron en uno de los clásicos cristianos más relevantes del siglo XVIII. Además en este tomo hemos incluido diez de sus sermones más notables que predicó a lo largo de su extenso ministerio.

C.H.Chesterton

Ortodoxia, .G.K. Chesterton

En sus 62 años de vida frenética y feliz, Chesterton escribió unos cuatro mil ensayos, alrededor de doscientos cuentos, cinco novelas, infinidad de artículos periodísticos, algunas obras de teatro y crónicas de viajes, centenares de poemas, un libro sobre la literatura de la época victoriana y otro sobre la historia de Inglaterra. Le gustaba también escribir biografías de personajes notables y emprendió la colosal empresa de convertir en literatura las vidas de Francisco de Asís, Tomás de Aquino, Robert Browning, William Blake, Geoffrey Chaucer, Charles Dickens o Robert Louis Stevenson. La infatigable pluma de Chesterton derramó alrededor de cien libros llenos de una vitalidad que siguen desencajando a creyentes e incrédulos, a lectores fieles y visitantes desprevenidos por igual.

1908 fue un año inquieto para Chesterton, que tenía ya treinta y cuatro años. En ese año de creatividad desbordante, publicó Ortodoxia, probablemente su escrito teológico más importante. Aunque aún le quedaban veintiocho años de vida y un sinfín de libros por escribir, su filosofía late ya con toda claridad en Ortodoxia, un texto clásico de la apologética y la espiritualidad cristiana, el relato de su insólito viaje del escepticismo a la fe. El dramaturgo Francisco Nieva dijo que este es el libro más optimista del siglo XX. El periodista y teólogo Philip Yancey confesó que, si además de la Biblia pudiera llevarse un libro a una isla desierta, llevaría sin dudas este.

Ortodoxia es la inocencia recuperada, es descubrir lo que ya había sido descubierto, es elegir estar en casa después de dar la vuelta al mundo y volver al lugar de partida. La filosofía de Chesterton es una respuesta potente al escepticismo que marcó su juventud y que sigue entenebreciendo nuestro mundo. Cuando empezó a dudar de la duda, se descubrió ya en camino a la ortodoxia. El pródigo tuvo que arrastrarse en el fango para aprender el valor de su hogar; Chesterton tuvo que toparse con la irracionalidad de los racionalistas y con el desprecio por la humanidad de los humanistas para volver a los brazos de su Padre.

D. Brainerd

La vida y el diario de David Brainerd

Heraldo a los nativos americanos, muchos consideran al joven y apasionado David Brainerd como uno de los misioneros más importantes e influyentes de la historia del cristianismo. Esta influencia es debida a que este diario personal, editado y publicado por Jonathan Edwards, fue uno de los catalizadores del movimiento misionero moderno.

David Brainerd ha pasado a ser un pilar fundamental en la historia de la Iglesia, no por su osadía, su elocuencia, su eficacia como misionero, sus métodos evangelísticos, su salud física, su contextualización a su campo misionero, la longevidad de su carrera, ni incluso por sus frutos. De hecho, se podría afirmar que no sobresalió demasiado en ninguna de estas virtudes; no introdujo ninguna práctica revolucionaria a los métodos misioneros de su época, no llegó a aprender el idioma de los nativos americanos, a lo largo de su vida tuvo que batallar con depresiones muy profundas y con varios tipos de enfermedades, su carrera misionera acabó repentinamente tras menos de cuatro años en el campo, y aunque llegó a ver fruto, sus números no fueron muy distintos a los de sus compañeros o predecesores.

David Brainerd es el claro ejemplo de la verdad bíblica que Dios escogió lo necio, débil, vil y menospreciado de este mundo para avergonzar a los sabios y fuertes a fin de que nadie se jacte en su presencia (1 Corintios 1:26-29). Dios escogió a un David Brainerd que era huérfano, que fue expulsado de la prestigiosa universidad cristiana de Yale, sin estudios y extremadamente débil física y emocionalmente no solamente para llevarle el Evangelio a las tribus nativas americanas no alcanzadas, sino también para catalizar un movimiento misionero que acabaría cambiando el mundo. Uno de los mayores frutos de su vida fue un fruto que él no llegó a ver. Aunque sí que es verdad que decenas de almas nativas americanas hoy pueden estar celebrando a Dios en perfecto gozo gracias a la vida de Brainerd, otro fruto incalculable fue el impresionante legado que dejó en la tierra. Muchos consideran que Brainerd ha sido uno de los misioneros más importantes de la historia del cristianismo porque este diario fue uno de los catalizadores del movimiento misionero del siglo XIX. Se dice que Brainerd, sin saberlo, ha sido uno de los mayores movilizadores misioneros de la historia, ya que su vida inspiró a cientos de misioneros a dejarlo todo atrás con tal de extender el reino de Dios.

William Law

Un llamado a una vida de devoción y santidad

William Law (1686-1761) es uno de los grandes teólogos olvidados por los evangélicos de habla española en el siglo XXI. A pesar de que hay más de 250 años de distancia desde la fecha de su muerte, los escritos de William Law siguen publicándose a multitud de idiomas y son de ayuda para la iglesia en los tiempos convulsos en los que vivimos en la actualidad.

El libro que el lector tiene ahora en sus manos está dirigido a cristianos, y como el título mismo indica: "un serio llamado a una vida devota y santa" es un llamamiento a vivir con sinceridad y coherencia en base a la nueva vida que tenemos en Cristo. El autor nos recuerda que vivimos en una época en que la modestia, sobriedad y una vida de piedad tiende a ignorarse. Los cristianos no debemos conformarnos y desear solamente las cosas que puede ofrecer este mundo. Debemos tener una diferente perspectiva de la importancia de vivir para Dios. Esta obra es recomendable para todo cristiano que busca un recurso acerca de vivir una vida de devoción a Dios. William Law provee muchos pensamientos acerca de este tema, y nos da varias formas prácticas para vivir una vida de devoción.

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